Este
último grupo
de fotografías está dedicado a los trajes de las
falleras, tanto mayores como
infantiles. Su colorido es espectacular y cuando desfilan por las
calles al son
de la banda de música que les acompaña a lo largo
de todos los festejos, sus cuerpos
se mueven con gracia proporcionando una visión muy
placentera para el
numerosísimo público que las contempla. El
número de mujeres que desfilan por
cada una de las fallas es variable, pero nunca inferior a treinta o
cuarenta
entre las pequeñas y las mayores.
En
algunas de las
fotografías podemos observarlas desfilando para ofrendar
preciosos ramos de
flores a la Virgen de los Desamparados, flores con las que le
confeccionan un
precioso manto a medida que las van recibiendo. Cada fallera, ya sea
mayor o
infantil, recorre un largo trayecto y durante mucho tiempo, para poder
dedicarle a la virgen su colorida ofrenda. En la última
fotografía se
contempla este manto, de espaldas y desde muy lejos, pero da una idea
de sus
dimensiones, imaginación de los artistas y de su
colorido.
Espero
que, para
quienes conocen la fiesta les sirva de grato recuerdo y para aquellos
que nunca
han podido disfrutarla, al menos me gustaría proporcionarles
una pequeña
muestra de lo que se pierden. Puedo decirles que si alguna vez deciden
contemplarlas en directo, nunca se sentirán defraudados.
Gracias
por
vuestra amable visita esperando haber proporcionado unos
instantes
agradables.
M
A I T R E Y A
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